Acerca de la Flaccidez
La flaccidez en la piel es la falta de consistencia o firmeza de este órgano que se manifiesta en forma de arrugas o piel caída. Puede aparecer en cualquier parte del cuerpo, pero resulta muy evidente en zonas como el cuello, en los párpados, en la parte interior de los brazos o en la barbilla con el doble mentón, abdomen, entrepiernas, y glúteos; sobre todo a medida que las personas se vuelven mayores. Constituye un motivo de preocupación por considerarse a éste un signo de vejez.
La flaccidez se manifiesta en diferentes zonas de la piel del cuerpo siendo consecuencia de diversos factores de orden orgánico o de índole externa, como por ejemplo: envejecimiento cutáneo intrínseco, situaciones de adelgazamiento brusco, deficiencias nutricionales, exposición continuada a la radiación solar, deshidratación de la piel, y por supuesto a la edad cronológica del paciente.
Normalmente el colágeno y la elastina forman una malla dérmica que sostiene a la epidermis y propicia una estructura integral manteniendo unidos, entre sí, a la epidermis y al tejido subcutáneo graso.
Es importante que la paciente comprenda que la mejoría dependerá entre otras cosas del grado y tipo de Flaccidez que posee, de identificar los factores que la perjudican para corregirlos, de ser constante con los tratamientos indicados para obtener resultados, y quizás lo más destacable por sobre todo lo demás, mejorar la autoestima y calmar la ansiedad. En cuanto a los tratamientos que han resultado altamente efectivos se encuentran en primer lugar la mesoterapia, hilos tensores, botox®, implantes, rellenos y productos de uso localizado.